Título: El tercer durmiente
Autora: Maggie Stiefvater
Saga: The Raven Boys #3
Páginas: 415
Editorial: SM Argentina
Sinopsis: Mientras la idea de Glendower se cierne sobre ellos, cada vez más posible y cercana, los chicos del cuervo se enfrentan a la existencia de tres durmientes. A uno deben despertarlo. A otro deben no despertarlo. El tercero no importa. Entre viejas amistades que se deforman hasta convertirse en otras cosas y nuevas amistades de final profetizado; entre madres desaparecidas, cuevas malditas, doncellas delirantes, héroes asesinos y villanos de opereta, Blue continúa su búsqueda. Lo que no sabe es qué busca, exactamente. Pero eso no importa: aunque ella se equivoque, hay algo que la espera al final. Algo inevitable. Algo que podría destrozarla... o hacerla feliz.
Después de mil años, vuelvo por acá. Estoy cada vez más cerquita de terminar esta saga, a la cual tenía muchas expectativas, así que les voy a contar qué me pasó con esta tercera parte.
Desde ya vayan atentos a la posible aparición de algún spoiler, porque me es imposible reseñar este libro sin contar nada de lo que pasó en los anteriores.
Blue no acaba de manejar completamente el dominio de sus capacidades, así como tampoco acaba de tomar real conciencia de su potencial, pero los de su entorno sí que lo ven. Está más aterrada que nunca debido a su maldición -su gran amor morirá cuando lo bese-, por lo que sigue tratando de mantener la mayor distancia posible entre ella y Gansey. Lo que me sucedió con ellos es que estando en una parte tan avanzada de la saga ya, sigo sin sentir que haya una conexión real entre ambos. Muy pocas veces se ven sus sentimientos de forma manifiesta y hay escasas escenas en donde pueda notarse una atracción de algún tipo. A esta altura empiezo a echar en falta eso porque lo que comenzó como un amor imposible (y que en teoría lo sigue siendo), debería estar mucho más cargado de tensión y lograr transmitir alguna sensación que genere empatía para con los protagonistas.
Sí que comienzan a haber varios giros en la trama, que por supuesto nada tienen que ver con el romance. Recordemos que en el libro anterior uno de los conflictos principales era la búsqueda de Maura, la mamá de Blue, quien hasta el final seguía sin aparecer. Esto sumado a la incansable y compleja búsqueda para hallar -y despertar- al durmiente, y que se cumpla la profecía que todos ya conocemos, serán los temas que nos mantendrán enganchados a las páginas.Me encantó cómo la pluma de la autora logra mantener intacto el ritmo tras pasar cada capítulo. Hay muchas situaciones de riesgo, donde los personajes quedan expuestos y dudan de todo y de todos.
“Entonces una voz le susurró algo al oído. Era alguien de su futuro o tal vez de su pasado; alguien muerto, vivo o dormido. En realidad, no era un susurro, sino una voz ronca: la voz de alguien que llevaba mucho tiempo llamando sin encontrar respuesta. Pero Maura sabía escuchar.
—¿Qué has dicho? —preguntó.
Y la voz volvió a susurrar: «Encuéntrame»”.
La cantidad de sorpresas con las que se topan en su recorrido por la cueva es alucinante. Debo admitir que subestimé un poco a la trama anteriormente en este punto, pero lo cierto es que mejoró bastante en lo que respecta a su previsibilidad (destacando siempre en el desarrollo, ya que llegado el final siempre encuentro una rendija por la cual, sin querer, me veo todo lo que se viene...).
Empecé a desconectar con varios personajes, cosa que no me esperaba y que me desanimó un poco. Así como la sensación de intromisión por parte de otros, como las demás videntes.
Los villanos también se me quedaron un poco cortos, si bien aparecen nuevos, esperaba que se apunte más alto. En esta parte más que en las anteriores resalta esta falencia, especialmente teniendo en cuenta que los personajes se van haciendo cada vez más fuertes y más osados, y que están aprendiendo a trabajar en equipo.
De los mejores aciertos que hubo están la narración en tercera persona y la extensión de los capítulos. Una combinación que hace la lectura mucho más ágil. Aunque sostengo que me desilusioné un poco con algunos personajes, cuyas personalidades venían siendo muy marcadas, y se perfilaban para arrasar con todo. También me condicionó el no poder terminar de congeniar con la protagonista principal, por sus decisiones y manera de pensar, es que espero que en el último libro pueda llegar a quererla un poco más.
El final queda algo abierto respecto de la búsqueda (que es el principal objetivo de Blue y los chicos el Cuervo), aunque no respecto de la escena de cierre en sí misma; yo hubiese escogido otra diferente.
“—Ese es el camino de los muertos—dijo, alineándose con el sendero invisible. Nada más hacerlo, notó que en su interior despertaba un zumbido placentero; era una sensación no muy distinta de la que obtenía al ordenar los lomos de los libros en un estante”.
3.5/5
¡Muchas gracias SM Argentina por el ejemplar!