viernes, 23 de diciembre de 2016

Reseña: Las penas del joven Werther de Johann Wolfgang Von Goethe

Título: Las penas del joven Werther
Autor: Johann Wolfgang Von Goethe
Páginas: 175

Editorial: Ediciones B (Bruguera)
Sinopsis: Desencantado de la vida de la ciudad, el joven Werther, artista y dibujante promisorio, decide retirarse a una aldea campesina. La naturaleza se abrirá camino en su inspiración. Las montañas, los arroyos, los tímidos animales de los bosques lo sorprenderán en sus paseos solitarios. Los simples campesinos del pueblo Wahlheim se convierten en sus amigos y él se maravilla por la sinceridad de sus expresiones y la nobleza de sus sentimientos.
 En un baile en el pueblo, Werther conocerá a Lotte, la bella joven que debe cuidar a sus hermanos después de la muerte de su madre. En medio de los giros hipnóticos de la danza, se enamorará de la belleza y las virtudes de la inocente Lotte.
 La tragedia cubrirá las expectativas de Werther como una tormenta cubre las montañas. Su amor por Lotte no puede manifestarse: ella está comprometida desde hace varios años con Albert, un oficial de la corte. Werther decide alejarse de Lotte para olvidar su amor. Sin embargo, su naturaleza pasional lo obligará a volver para enfrentarse a las consecuencias. 
 Este libro pertenece a la colección de clásicos Bruguera, que relanzó este año la editorial Ediciones B. Es una historia narrada en forma epistolar, usando las cartas que escribió el joven Werther en unos años de su vida tanto intensos como trágicos. En ellas cuenta a diferentes destinatarios cómo en su ida a Wahlheim conoce la tranquilidad que necesitaba y se une con la naturaleza, hace nuevos amigos y hasta encuentra el amor. Ese amor jovial, en los ojos de la joven Lotte, lo hace enloquecer.
 Su vida de a poco se va transformando en un pozo oscuro en el que padece un sufrimiento inimaginable, puesto que a pesar de que su amor es un sentimiento correspondido, éste es imposible: Lotte está comprometida desde hace varios años con otro hombre, y Werther no puede tenerla.
 Podría decirse que es una novela autobiográfica. Su protagonista es un hombre muy pasional y amante del arte en todas sus expresiones, siempre actuando por impulsos y con el corazón en sus manos. Lo cual en muchas ocasiones lo llevaba a tomar decisiones poco fructíferas para él.
 El relato sobre la vida de Werther es tajante y sufrido. Pero sufrido en el peor sentido de desmedro hacia su persona; autocompadeciéndose de sí mismo y muchas veces martirizándose por no poder cumplir con sus deseos. Esto va de la mano con la misma prosa, muy característica de la época que es expresivamente apasionada, poética, dramática, teatral. Al ser este libro nacido en la cuna del Romanticismo tiene todas las características de dicho movimiento, por lo que es una de las obras de amor trágico más influyentes de ese momento, y que, hasta el día de hoy, se mantiene vigente.
 Si bien los clásicos no son mi fuerte en los géneros literarios, lo cierto es que he tenido experiencias mucho más gratas que ésta. Siempre dejando al margen la parte de la influencia histórica, el significado para las obras siguientes de ese siglo y la consideración que en estos tiempos pueda hacerse de éste. Es una pseudo-biografía que en pocas páginas se iba transformando en un tedio constante. ¿Por qué? El personaje principal va decayendo y con él mi esperanza como lectora de que todo cobre algún sentido en algún momento. Sí que sé que es una novela trágica y romántica -basta sólo con leer su título-, pero no hablo de la espera de un final feliz, sino de que me transmitiera un poco las sensaciones que a su vez llevaron a ese final tan terrible. Y nada de eso me pasó. Los actos sabidos blasfemos igual eran llevados hasta su fin por parte del sacrificado, queriendo salvar a un entorno desinteresado en él absolutamente. Así que al fin y al cabo era como quitarse una responsabilidad de encima, acobardarse y no enfrentar las consecuencias de sus actos. Es que se me volvía un sufrimiento que ni les cuento leer estas cartas.
 No tengo inconvenientes con las plumas poéticas y puedo hallarme en el mismísimo mil setecientos a la hora de leer el libro, lo que sucede es que todo ese drama en un punto tiene que tener coherencia para mis ojos, y al no concebirla se me tornaba todo aburrido e insustancial.
 No puedo, me niego a amigarme con los personajes mártires sin causa justificada. Y peor, ponerme del lado de la necedad de los que no se hacen cargo de su accionar y miran hacia un costado.
"Ante mi alma se ha levantado una especie de telón, y el escenario de la vida infinita se transforma a mis ojos en el abismo de la tumba eternamente abierta. ¿Acaso puedes decir: <<¡Esto es todo!>>, cuando todo pasa, cuando todo pasa y rueda a la velocidad del rayo, y si incluso alguna vez perdurase toda la fuerza de la existencia, sería arrastrada por la corriente, hundida y destrozada contra las rocas? No hay un solo instante que no te consuma a ti y a los tuyos, ni un solo instante en el que no seas, en el que no hayas de ser un destructor, el paseo más inocente cuesta la vida a miles de pobre gusanitos, una pisada destruye las arduas construcciones de las hormigas y aplasta un pequeño mundo convirtiéndolo en una tumba infame".  
2.5/5

Muchas gracias a Ediciones B por enviarme el ejemplar. 

miércoles, 21 de diciembre de 2016

Reseña: Suite Scarlett de Maureen Johnson

Título: Suite Scarlett
Autora: Maureen Johnson
Páginas: 398
Editorial: Océano Argentina (Maeva Young)

Sinopsis: Si vivir en un hotel art déco a cinco minutos de Central Park te parece un buen plan, deberías hablar con Scarlett Martin, que vive en el Hopewell. Vivir en un hotel puede no ser tan maravilloso como suena, sobre todo si no hay huéspedes ni dinero. El verano de Scarlett se presenta muy mal cuando sus padres le piden que se pase todas las vacaciones trabajando gratis. Afortunadamente el hotel recibe la visita de la excéntrica señora Amberson, que decide instalarse todo el verano en el Hopewell y contratar a Scarlett como secretaria personal. Gracias a su nuevo trabajo, a sus nuevos amigos y a su (a lo mejor) nuevo novio, el verano de Scarlett promete, finalmente, ser de lo más interesante.
  Como es costumbre, esta reseña es libre de spoilers, pero aclaro aquí al comienzo, que al finalizar voy a añadir un apartado con algunas cuestiones para que quienes leyeron el libro puedan comprenderme mejor. Lo indicaré en su debido momento para evitar sorpresas indeseadas.
 Suite Scarlett está ambientado en Nueva York, una ciudad plagada de gente metida en los suburbios, viviendo a una velocidad de miles de kilómetros por hora y con una gran cantidad de influencia de las artes, ya sea la actuación, la música, el diseño, la moda, entre otras cosas.
 La familia Martin tiene un hotel ubicado en las cercanías del Central Park, por lo que podría pensarse que son afortunados y llevan una vida de lujos. Lo cierto es que desde hace tiempo sus ingresos se redujeron mucho, debido a la falta de huéspedes en el lugar; muy pocos visitantes lo escogen para residir, lo que está complicando cada vez más la unidad económica familiar.
 Debido a esto, la pareja dueña del hotel tiene cierta inflexibilidad con la crianza de sus hijos: Lola, Spencer, Scarlett y Marlene. Todos deben colaborar en las tareas de limpieza, en la recepción, alistar las habitaciones y recibir a los invitados. Apenas tienen tiempo -exceptuando a la más pequeña, Marlene- de seguir con sus vidas como quisieran. Viven con una presión constante que los condiciona a la hora de tomar decisiones, sintiéndose aplacados por las obligaciones que les imponen sus padres.
 Mis expectativas con este libro se inclinaban a la diversión, el humor sano, los personajes divertidos y que viven aventuras. Lo que me pasó fue muy extraño ya que sólo uno de ellos logró quitarme algunas sonrisas, dejando al resto en sus papeles de quejones, obstinados, egoístas y desagradecidos. Si bien las escenas eran espontáneas y siempre aparecía un conflicto que resolver, creo que se tornaba tan cotidiano que hasta ni veía por qué tardaban tanto y hacían del momento un cuento sin fin. Una especie de teléfono descompuesto que lograba hacerme bufar en muchas ocasiones.
 En primer lugar mi desagrado tenaz hacia los padres de Scarlett, que lo único que les importaba era el dinero y las apariencias, sin tener la más mínima consideración por sus hijos. Nunca se sentaban a aconsejarlos, nunca los escuchaban respecto de si eran felices estudiando o trabajando de lo que hacían, más bien les preocupaba que el tiempo que les quedaba libre fuera suficiente para someterlos (¿explotarlos?) a labores excesivas en ese hotel de tan grandes dimensiones.
 El más simpático resultó ser Spencer, siempre bien dispuesto y más allá de todo por lo menos tenía una convicción verdadera. Porque todos pasaban por etapas de crisis y de fatiga extrema pero nadie sabía hacia qué meta se dirigía. Su pasión por las artes escénicas era genuina y su relación con Scarlett muy sólida, ambos con una complicidad mutua y sólo entre ellos se entendían.
"Scarlett cogió la llave de la Suite Empire de encima de la mesa. Acababa de cumplir quince años. No tenía trabajo. No tenía perspectivas de tenerlo. No tenía ningún plan que la ilusionara o le cambiara la vida. Solo tenía una habitación vacía, unos cuantos globos que habían sobrado de una celebración anterior y un puñado de personas que le decían que todo iba a salir bien y que era obvio que estaban mintiendo".
 Si hablamos de la protagonista principal, comenzó cayéndome de lo mejor, pero después terminó transformándose de a poco en lo que ella odiaba de las personas, aunque supo encontrar su punto de inflexión y hacia el final (el cual obviamente no diré) ya estábamos amigadas de nuevo. De quien no recibí de buena manera esta acción fue de Eric, ya que me resultó de lo más falso, oportunista y manipulador. No se bien qué quiso hacer la autora con este personaje, ya que apareció como una oportunidad para Scarlett, una distracción entre todos sus problemas. Y madre mía, cada vez que aparecía en escena me sacaba de mis casillas. Y al final nunca terminó de cerrarme su personalidad, creo que pensaba absolutamente en él antes de dar cada paso. Y la posición en que la escritora lo coloca al final como forzando una situación que no tenía -ni tuvo nunca- pies ni cabeza, me resultó de lo más improcedente.
 Para finalizar en esta línea de los personajes, la señora Amberson tampoco es que haya despertado mi gran fanatismo, pero por lo menos era quien aportaba posibles soluciones y un poco de humor a la cosa. Entre ella y Spencer creo que hacían una buena combinación para que no dejara de leer.
 El final me satisfizo -exceptuando lo de Eric, que mencionaré después- a pesar de ser enteramente abierto. Creo que hay mucho para explotar de los personajes secundarios en las secuelas.

 *SPOILERS*
 Hubo cosas que no comprendí del todo, por ejemplo por qué Lola al final termina en esa posible reconciliación con Chip si el mundo al que él pertenece no es nada parecido a lo que ella quiere en la vida. Tampoco se explica la razón por la cuál entre ella y su hermano hay una relación tan tajante y desconsiderada, ni por qué sus padres la prefieren por sobre el resto.
 Me molestó que la autora quiera "redimir" a Eric en el final, minimizando su actitud de seguir con Scarlett mientras tenía novia. Porque claro, es muy difícil dejar a alguien. Pobrecito. Y encima, de la mano de éste viene la estupidez monumental de Scarlett, que arriesga la confianza de su hermano por un chico que conoce desde hace DÍAS ¿?

VH1 what annoyed huh wut

 Ni hablar de cómo lo perdona, y, al final, él termina diciéndole que igual no van a oficializar nada porque él irá a la universidad y conocerá muchas personas, y "todo puede pasar". Ahí la tenés a la idiota. Ni dos dedos de frente y arriesgando todo a cambio de nada.
 Por otro lado la exageración en los planes de la señora Amberson... ¿es que hacía falta? Traspasaba esa fina línea entre el entretenimiento con lo infantil. Y resultaba agotador.
 *FIN SPOILERS*

3/5

Muchas gracias a Océano Argentina por el ejemplar.