Título: Juicio final
Autor: John Katzenbach
Páginas: 592
Editorial: Ediciones B -Maxi-
Sinopsis: Matthew Cowart, un famoso periodista de Miami, recibe la carta de un hombre condenado a muerte que asegura ser inocente. Pese a su escepticismo inicial, Cowart empieza a investigar. Convencido de que el acusado no cometió los delitos que se le imputan, publica en sus artículos una información que permite al convicto salir en libertad, tras lo cual recibe un premio Pulitzer por su tarea periodística. Sin embargo, y para su horror, el escritor se percata de que ha puesto en marcha una tremenda máquina de matar y que ahora le toca a él intentar, en una carrera contra el reloj, que se haga justicia fuera de los tribunales.
Hace bastante tuve el placer de leer otros dos títulos de este autor, gracias a la editorial Ediciones B, y recuerdo que me habían gustado mucho. Así que apenas vi este relanzamiento, no dudé.
Los invito a leer si quieren, las reseñas de los otros dos libros que leí del autor, publicados por la misma editorial, bajo distintos sellos. Ellos son: Un final perfecto y El estudiante.
La trama tiene como protagonista a Matthew Cowart, un reconocido periodista que un día recibe una carta desde la cárcel, que tiene por remitente a Robert Earl Ferguson, un joven que fue sentenciado a muerte por un crimen que, según él afirma con vehemencia, no cometió. Robert le pide ayuda para que éste investigue, y así lograr limpiar su nombre o por lo menos sembrar la duda de su culpabilidad, ya que las publicaciones de este profesional en los periódicos son de gran alcance, y el condenado tiene sus días contados, mientras espera su final en el corredor de la muerte.
Katzenbach marca varios puntos en común en todas sus historias, y siempre se trata de que los personajes (sean los principales o secundarios) tienen un perfil tortuoso que se presenta de incógnito o de manera paulatina al comienzo, y a lo largo del desenvolvimiento de los hechos se van descubriendo, a sí mismos o ante los ojos del lector. Y en este caso, también sucede.
El suspenso se mantiene en cada capítulo, como es de esperar. Aunque admito que la primera mitad del libro se me hizo un poco a paso de tortuga. Creo que fue porque la investigación no tenía un ritmo demasiado ágil al comienzo, y, aunque no se desvele obviamente la verdad hasta el final, desde la segunda parte empiezan a llegarnos pistas sobre a dónde va a parar el enigma.
"Siempre se había preguntado por qué la mayoría de los hombres, incluso a la hora de su muerte, se aferran a un halo de inocencia. Era comprensible en el caso de los peores psicópatas, asesinos en serie que respetan tan poco la vida humana que matarían a alguien antes que hablar con él, pero que, en un careo, mantendrían ese halo si no se les convence de que más les vale confesar".
Lo que no me cerró y nunca llegará a cerrarme del todo en los libros de este autor es su manera de introducir las relaciones "amorosas". Sé que se trata de thrillers y que de romance sería lógico que hubiera cero, pero lo poco que se puede atisbar siempre me deja un sabor agridulce. Y me gustaría que sea abordado desde un punto menos esporádico, ya que muchas veces las parejas, amantes o lo que sea de quien se enamoran los personajes principales, juegan un papel fundamental en la resolución de los hechos, y al final ni sabíamos nada de él/ella ni de la misma relación. Como se darán cuenta, este es un aspecto sobre un gusto meramente personal, así que pueden pasarlo de largo.
Me gustó cómo el protagonista se pasea por una montaña rusa de sentimientos: desde la duda, la desconfianza, el miedo y hasta la convicción ciega, en otros casos.
La historia se introduce un poco a tientas en el tema del racismo. Aunque no llega a ahondar demasiado, sí se deja ver cómo en ese lugar (EE.UU.) se mantiene claramente -y a pesar de todo- en la actualidad, un detrimento y perjuicio hacia las personas de raza negra.
Como siempre el premio se lo lleva el "malo de la obra". Digo como siempre, porque en este género es lo que más logra atraparme siempre. Cómo se estructura la mente retorcida y la frialdad de los personajes, su minuciosidad y la facilidad para manipular a todo el mundo. Aunque también dejo un margen de apreciación para el mérito de la reconstrucción del verdadero perfil de una víctima, cosa que no considero fácil, y hablando de Katzenbach, siempre logra dejarme satisfecha.
4/5
¡Muchas gracias a Ediciones B por enviarme el ejemplar!