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domingo, 30 de octubre de 2016

Reseña: Sapere Aude (#3) de Care Santos

Título: Sapere Aude
Autora: Care Santos
Trilogía: Trilogía de Eblus #3
Páginas: 222

Editorial:
Ediciones B
Sinopsis: 
Después de conseguir el poder absoluto, Eblus cree haber llegado a donde tanto soñó. Tiene cuanto desea, pero ¿qué hay detrás de los sueños cumplidos? Todo comenzará a complicarse cuando descubra que su bien más preciado ha desaparecido y hay alguien dispuesto a discutirle el poder. Alguien a quien conoce, teme...y quizás algo más. ¿Puede el diablo tener debilidades? ¿Qué se puede desear cuando se tiene todo?
 Finalmente pude terminar esta trilogía, cuya primera parte me fascinó, y la segunda me dejó con una sensación extraña que no llegó a colmar mis expectativas (pueden leer las reseñas aquí y aquí respectivamente). Esta entrada es libre de spoilers, incluyendo a los libros predecesores.
 En esta ocasión, Eblus me resultó menos antipático porque dejó un poco de lado ese parloteo constante sobre anécdotas personales superfluas y monótonas. A la par mantuvo su personalidad tan característica que nunca deja de sorprender: ambicioso, egocéntrico, narcisista y orgulloso.
 Muchos personajes son "barridos" a lo largo de la historia, en especial los que aparecieron en el primer libro. Esto no me molestó ya que podía preverse que no iban a aportar demasiado a la trama, y en algún momento terminarían siendo descartados. También muchos cobraron demasiada entidad -en serio, demasiada-, lo cual no me supo del todo bien. En especial Natalia, que si bien anteriormente teníamos algunas pistas de a dónde iría a parar su personaje, me desconcertó el rumbo que tuvo.
 Puede apreciarse claramente cómo la autora hizo una ardua tarea de investigación a la hora de armar este final. Casi todas las leyendas, mitos y hasta los lugares que aquí se mencionan y describen son, muchos de ellos reales y otros fundados o inspirados en historias que la mayoría de las personas de habla hispana ya conocemos.
 Lo que más amé es que el personaje principal pudiera seguir siéndolo. Que aunque otros secundarios crecieran, él no se pudiera ver opacado por ello/s. Siempre perdurando en su esencia, digno de los enfrentamientos ganados y los que triunfalmente rebatió luego de perder. Su tenacidad y perseverancia se ven ahora más que nunca marcadas, y hasta un poco se acomoda después de hallar lo que antes se nos mostraba como "amor". En este punto me sentí satisfecha, cómo ese amor no correspondido que tocó su puerta afectó sus planes, y cómo pudo resolverlo al final.
 Creo que el libro tiene como uno de sus fines dejar un doble mensaje, si se quiere, respecto de que no siempre el camino de llegada es el mejor premio. Que hay que disfrutar el trayecto (aunque si vamos al caso estoy siendo un poco filosófica, teniendo en cuenta que con más de mil años este diablo ya disfrutó bastante el camino), o quizás solo es una apreciación más. Creo que esto aporta mucho al final, sin dejar mal parado a un ente del mal, dándole a él mismo una lección...como si fuera una fábula. Aunque lejos está de la redención, logra tener su merecido desenlace.
 Quiero reconocer que adoré la nota final de la autora. En ella habla sobre el proceso que le significó la escritura de esta trilogía, en qué se basó para hacerla y cómo repercutió en ella (y en sus adorados fans) la publicación de los tres volúmenes. Algo totalmente notable y que deja una linda sensación.
"Pero no avancemos acontecimientos. Hay que aprender a narrar en orden, Eblus, tienes que concentrarte. No despistes al lector con saltos en el tiempo, él no tiene la culpa de enfrentarse a un narrador inquieto y de mente privilegiada. Debes contar lo que todos desean saber, sin circunloquios. No te despistes en el momento más trascendental. Recuerda: hay que saber terminar lo que se ha comenzado". 
4/5

¡Muchas gracias a Ediciones B por cederme el ejemplar!



viernes, 23 de septiembre de 2016

Reseña: Crypta (#2) de Care Santos

Título: Crypta
Autora: Care Santos
Trilogía: Trilogía de Eblus #2
Páginas: 394

Editorial: Ediciones B (B de Blok)
Sinopsis: *Spoilers del libro anterior* El diablo Eblus no está en su mejor momento. Debe enfrentarse a lo más absurdo, extraño y molesto que le ha ocurrido jamás: se ha enamorado. Y no de cualquiera, sino de una mortal de dieciséis años cuyos sueños de grandeza desafían a los del mismo diablo. Tras un viaje a través del infierno, Eblus tendrá que aceptar que hay cosas que ni siquiera él puede cambiar.
 Literalmente me moría de ganas de continuar esta trilogía. El primer libro ("El dueño de las sombras", su reseña está en el blog→ aquí) me fascinó tanto que le di una puntuación perfecta, por lo que necesitaba saber qué tanto apostaba la autora a la hora de embobar lectores.
 Si bien reconozco que encontré en la escritura de Care Santos un tinte especial, en esta ocasión me decepcionó un poco en ciertas partes, así que tuve un encuentro de emociones bastante amplio. Voy a intentar no contar ningún spoiler importante para que puedan, sino lo hicieron, leer el primer libro.
 Eblus ahora se nos presenta de una manera un poco distinta, más doblegado, impulsivo y se podría decir que hasta un poco piadoso. Y todo esto se debe, como se menciona en la sinopsis (y como se preveía en el primer libro) a que se ha enamorado. Como si no fuera poco que un Ser Superior del Infierno sienta amor por alguien, peor es el hecho de que se trate de una simple mortal. Esto revolucionó todas sus estrategias, e hizo que cambiara el rumbo de sus decisiones.
 Leí en algunas reseñas la advertencia de que este no era un libro romántico más, y a raíz de eso sólo puedo pensar: ¿acaso alguno esperaba realmente que se tratase de un libro de romance? De mi parte, aunque sabía que algo de eso tendría participación en la fusión de lo sobrenatural con lo humano, no iría más allá de ser un simple ingrediente de la historia. Pensar que se trata de un libro de amor sería subestimarlo. Para mí lo que se destaca por encima de todo en esta trilogía, es la gran originalidad con que la autora toma las riendas en la narración, y la cantidad de elementos relacionados con la demonología que nos sirve en bandeja. Un poco para sorprendernos, otro poco para asustarnos.
 Eblus es un diablo. Como tal tiene la capacidad de generarte, incitarte, persuadirte o llevarte para donde se le antoje: en el primer volumen aparecía como un ser supremo, vanidoso y embustero, que no tenía clemencia ante nada ni nadie. Jugaba, hacía y deshacía en función de sus propios intereses. Y así estábamos, lejos de sentir cualquier tipo de compasión por alguien hecho en tu totalidad de la más pura y magnánima maldad absoluta. Ahora, como si fuéramos sus títeres, nos saca una pizca de lástima, si se quiere, porque está un poco más debilitado. Fue reducido de rango a demonio medio y además de no tener el mismo poder que antes, está enamorado de una joven y su amor no es correspondido. Por ello lo admiré en este aspecto, el de esa mutabilidad que no fue extrema ya que permitió que su esencia de ser del mal no desapareciera. Aún así, fuera de su función de personaje y entrando en la función de narrador, me molestó muchísimo. Las anécdotas de su vida en esta segunda parte se multiplicaron por mil, y sus viajes al pasado estaban plagados de historias aburridas y poco interesantes. Era como un ermitaño que hablaba consigo mismo de los sucesos que vivió, reflexionando sobre ellos e incluso, apartando al lector hasta un margen que denotaba incomodidad. Estos capítulos se me hacían eternos y no lograba pasarlos con fluidez.
 A Natalia la odié incluso más que antes. Se volvió más repulsiva y envidiosa. Cada vez que aparecía se mostraba con suma desfachatez y cada cosa mala que le sucedía yo saltaba de emoción. Aún así admito que dentro de lo más interesante del libro estaban los capítulos donde se mostraba el contenido de su blog, ya que era muchísimo más interesante leer sus pensamientos que leer sobre las paupérrimas anécdotas del protagonista principal. Lo otro que me daba curiosidad era toda la parte donde la autora nos llevaba al Infierno y conocíamos toda su estructura rebuscada.
 Para mí la obra se dividió en tres partes. Primero estuve de lo más enganchada, teniendo noticias de Natalia, Rebeca y de la degradación de Eblus. Seguido de esto, todo se hizo literalmente un bodrio. Y aquí vienen a colación las historias infinitas y aburridas que les dije. Ya hacia el final, estaba más enganchada pero realmente esto no fue hasta las últimas veinte páginas. Así que estuve sufriendo un poco para terminarlo, hasta me dieron ganas de empezar una lectura nueva para despabilarme.
 Con respecto al epílogo, sí me sorprendió y no me lo esperaba para nada. Me quedé conforme con el giro que la autora le dio a la historia, ya que no hizo más que aportar más intriga a todo lo que venía sucediendo. Si bien se dieron muchos indicios, quizás no estuve atenta.
 El puntaje se debe a que esperaba mucho más dado las expectativas que me dejó El dueño de las sombras, y me decepcioné un poco, especialmente en más de la mitad del libro que se me hizo pesada. Así que espero que el final de esta trilogía que tanto promete me deje más contenta. Y más que nada, que Eblus no se torne tan denso, que ya entendimos que es un ser superior y todos los tejes y manejes que tuvo que hacer y atravesar para llegar donde está.
"Sólo un colofón, para preparar lo que ha de venir: ¿Has conocido alguna vez el amor? Te lo pregunto a ti, receptor mudo de estas líneas. ¿Sabes de qué estamos hablando cuando encadenamos estas cuatro letras: a-m-o-r?
 Yo te lo diré: el amor es el número circense en el cual tu vida pende de un hilo sobre un barranco infinito y una criatura sin escrúpulos se acerca a ti mostrando los filos hambrientos de unas tijeras. 
 Siento haberte estropeado la sorpresa". 
3.5/5

¡Muchas gracias a Ediciones B por enviarme el ejemplar!

martes, 30 de agosto de 2016

Reseña: El dueño de las sombras de Care Santos

Autora: Care Santos
Título: El dueño de las sombras
Trilogía: Trilogía de Eblus #1
Páginas: 432

Editorial: Ediciones B
Sinopsis: La familia Albás arrastra desde hace generaciones una maldición que marca sus vidas y de la que no encuentran la manera de escapar. La razón de la maldición, la única verdad de la misma, solo la conoce Eblus, un diablo que no olvida ni perdona, pero que en algunas cosas es mucho más humano de lo que está dispuesto a reconocer.
 Muy pocos libros logran generarme esa sensación de: "no le cambiaría nada", y esta es una de esas ocasiones. Quedé absolutamente sorprendida con esta autora, en muchos aspectos. 
 La historia se basa en una familia (los Albás) que desde hace muchísimos años arrastra una horrible maldición, que no parece estar dispuesta a dar tregua con el paso de las generaciones. El libro comienza mediante un relato, situándonos en el año 1991, de cuya culminación surge lo que nos entretendrá durante todo el desarrollo y hasta el final de las páginas: el narrador.
 Ese aspecto es sin dudas el más original de la obra, ergo el más maravilloso. No soy experta para ahondar ni mucho menos especificar técnicamente la narración en segunda persona, pero entre las características básicas que tiene se puede decir que el narrador siempre busca la complicidad con el lector y le habla directamente. Es un carácter distintivo, más allá de que se trate de una narración en segunda persona (teniendo en cuenta que son más frecuentes, en especial hablando de literatura juvenil, las narraciones en primera y tercera persona) porque quien nos relata es alguien poco usual -no diré nada con exactitud para no arruinar la sorpresa, que no sé si será o no sorpresa pero me pongo del otro lado y si no lo supiera, no me gustaría que me lo arruinen-. Entre muchas cualidades que posee podría mencionar su sarcasmo, osadía, altanería, vanidad, prepotencia, orgullo y desinterés por el prójimo (sé qué parece superfluo y obvio, pero lo recordé de una clase que tuve anoche mismo y me pareció que encajaba con él). También es alguien que desparrama desprecio, sí: desprecio por todas partes y para todos y todas. Hay mil adjetivos que podría adjudicarle, pero creo que ya se darán una idea de cuál es su perfil, y la magnitud de su maldad inescrupulosa y sin límites. Lo bueno de todo ello es la manera en que la autora lo hace funcionar, atrayendo al lector, invitándolo a leer en todo momento. Se preguntarán quizás por qué un narrador con esas características tan desagradables puede resultar atrayente...La verdad es que no estoy segura, pero lo atribuyo a su capacidad de persuasión. Leí por ahí cosas terribles sobre eso, dado que a muchos les resultó molesto; aunque eso depende de los gustos de cada quien. A mí me cayó de mil maravillas con su desparpajo, e incluso lo admiraba en los momentos donde no había tanta afinidad, sólo por el hecho de hacerme sentir algo: miedo, tensión, desconfianza. Hay muchas cosas que hacen que te pegues a esta historia, sin ir más lejos esa complicidad que mencioné antes transforma la lectura casi en una conversación constante. Claro está, entre el lector y quien relata, haciendo que entre líneas se dirija a nosotros y que elaboremos ciertas "respuestas mentales" que podríamos acotar. Es un ida y vuelta. Lo divertido está, para mí, en su carácter de hegemonía sobre el resto y la intención de que estemos un peldaño más abajo, de manera dependiente, siempre pendientes para seguir cada uno de sus movimientos. 
 Sé que quizás me detuve más de lo normal en esa cuestión pero me parece realmente menester destacar la habilidad con que se construyó esa figura. El uso magnífico que le da Care Santos dentro de esta historia y cómo es nuestro guía durante la lectura. Al punto de tener influencia en nuestro pensamiento de manera directa (utilizando, claro está, los recursos literarios competentes). Por momentos hasta se toma el atrevimiento de meterse en nuestro tiempo real, jugando con el momento en el que leemos, lo que podríamos estar haciendo antes o después de ello y con sembrar si se quiere una duda, o, si son muy escépticos, una amplia sonrisa de diversión. 
 Aquí hago un apartado para aclarar que si bien se hace uso de la segunda persona, también muchos de los capítulos son contados por los personajes, miembros de la familia, en primera persona (creo que quedó clara mi admiración por quien escribió la obra respecto de sus habilidades para jugar con los cambios de narración). Y de la mano de esto viene el segundo aspecto que me fascinó: los saltos en el tiempo. Sin ser toscos, rebuscados ni incoherentes, se nos traslada de repente de un siglo a otro, o incluso de varios siglos antes, a la actualidad. En este punto el lector siempre tiene el papel de espectador, quien es llevado mediante un viaje espacio-temporal a determinado momento que el narrador quiera contar, porque le parece pertinente o porque sólo quiere llevarnos. 
 Los personajes en sí van desde los más insulsos hasta los más complejos. Pero hasta los insulsos, verán, tienen un papel que en algún momento pone en jaque los acontecimientos. Entre los que más me gustaron está Rebeca, porque tiene la valentía de crear un punto de inflexión en determinadas circunstancias, y no le gana la comodidad. Y también su hermana Natalia, aunque son opuestas y hay un abismo entre ellas, logró despertarme mucha intriga. Aunque admito que cerca de la mitad del conflicto yo pretendía hacerme tinta y meterme para cachetearla, pero terminó resultando útil. Y cuánto. Hay incontables personajes que aparecen de un momento a otro, y todos son maravillosos, realmente me gustaría que los conocieran, porque les aseguro que es muy interesante entender sus razones. 
 También quiero destacar que hay un árbol genealógico al comienzo y que entre capítulo y capítulo, se inserta alguna que otra nota o recorte periodístico. Este tipo de cosas siempre son bienvenidas por mí, por un lado cuando hay muchos personajes y puedo llegar a perder el hilo del vínculo entre ellos, y por el otro, para distender un poco de la narración fluida o lineal, con algún anexo ingenioso.  
 Les cuento que tuve que reformular gran parte de la reseña porque sin darme cuenta había pecado de extensa en demasía y, además, me había ido de tema con los datos jaja. Lo bueno de escribir sobre lo que leés apenas cerrás la tapa, es que las sensaciones plasmadas son genuinas y lo hacés al calor de todo lo que produjo en vos el libro. Lo malo es que la línea fina entre la verborragia y los spoilers tiende a hacerse más ínfima en estos casos. Pero no se preocupen, que lo arreglé antes de publicar. 
 El dueño de las sombras es de esos inicios de trilogía que prometen todo, que arrasan como dos mil caballos de fuerza y que te dan ganas de pegarles post-its por todas partes, tantos como para que no quede color blanco en el dorso de las páginas. Yo caí en la tentación ante un narrador cruel, meticuloso y persuasivo. Un libro diferente al resto de los de mi estantería. Recomendadísimo. 
"Ya estás muy cerca, lector, de desentrañar casi todos los misterios de esta historia. ¿Te has formulado una pregunta sencilla, pero de compleja respuesta?: ¿tienes alguna sospecha de lo que voy a hacer contigo una vez agote cuanto tenía que contar y ya no necesite tu atención? ¿No te da miedo imaginarlo? No lo niegues: has experimentado un pálpito de inquietud. Lo he sentido a la perfección. Pero lee, lee tranquilo. Todavía me resultas útil. No ha llegado el momento de decidir acerca de tu destino, afanoso receptor de estas líneas. Silencio, pues el cuento continúa...".
5/5

¡Muchas gracias a Ediciones B por enviarme el ejemplar!