Título: La espada de cristal
Autora: Victoria Aveyard
Páginas: 550
Tetralogía: Red Queen #2
Editorial: Océano Argentina
Sinopsis: *spoilers del libro anterior* La sangre de Mare Barrow es roja (el color de la gente común), pero sus habilidades son plateadas. La corona dice que es un milagro, una imposibilidad. Sin embargo, Mare sabe que hay otros como ella, Rojos con capacidades similares a las de los Plateados, y comienza a buscarlos y reclutarlos para unirse en la lucha contra el príncipe que la traicionó. Poco a poco, Mare se encontrará en una encrucijada mortal en la cual corre el riesgo de convertirse exactamente en la clase de monstruo que quiere vencer. ¿Claudicará ante el peso de la muerte que implica la rebelión, o las continuas traiciones habrán endurecido su corazón para siempre?
¡Hola!, esta reseña es sobre la continuación de La reina Roja (pueden leer la reseña que subí al blog acá). Si me leyeron o si me conocen sabrán que la primer entrega no me gustó tanto como esperaba, por lo que no le tenía demasiada fe a este libro. Sin embargo, le di una oportunidad porque vi muchas mejores críticas de él que de su antecesor.
Antes que nada quiero mencionar que, aunque intentaré disminuirlos en la medida de lo posible, la entrada puede contener algún que otro spoiler de la primera parte.
No sé si se tomaron un ratito para leer mi reseña de la primera parte (ya más de un año pasó desde que la escribí, por lo que no recordaba mucho de mi opinión sobre el libro), y volver a leerla fue wow. Realmente no me había gustado nada lo que leí, recordé lo mucho que me había aburrido y decepcionado la lectura, y cómo me había perseguido la sensación de estar topándome con un mix de todas las distopías de los últimos diez años en una, frases textuales incluidas en el combo. Por lo que resulta de lo más interesante ver cómo retomaré mi opinión sobre la serie, en algunos puntos sosteniendo lo que pensaba, y en otros disertando -para bien o para mal- en los giros que introdujo la autora en la trama y los personajes.
En esta ocasión pude rescatar un poquito de esa dosis de originalidad que esperaba. Me sorprendí bastante con cómo la autora mejoró su escritura en lo que respecta a la acción; ya que antes era siempre esporádica y forzada, en este libro se va tejiendo de a poco pero siempre dejando un halo de duda para enganchar al lector. Las descripciones se tornaron menos tediosas, y las expresiones típicas del género no caían taaanto en lo trillado. Podemos incluso conocer más de este mundo distópico que antes, aunque tampoco esperen la ambientación, porque es algo que lamentablemente siento que la autora no puede remontar. Admito que hace falta bastante imaginación y paciencia para sobrellevar este aspecto. El contexto de la historia y la ambientación en espacio son muy, muy pobres y poco creíbles.
En esta ocasión pude rescatar un poquito de esa dosis de originalidad que esperaba. Me sorprendí bastante con cómo la autora mejoró su escritura en lo que respecta a la acción; ya que antes era siempre esporádica y forzada, en este libro se va tejiendo de a poco pero siempre dejando un halo de duda para enganchar al lector. Las descripciones se tornaron menos tediosas, y las expresiones típicas del género no caían taaanto en lo trillado. Podemos incluso conocer más de este mundo distópico que antes, aunque tampoco esperen la ambientación, porque es algo que lamentablemente siento que la autora no puede remontar. Admito que hace falta bastante imaginación y paciencia para sobrellevar este aspecto. El contexto de la historia y la ambientación en espacio son muy, muy pobres y poco creíbles.
“Su presencia es tranquilizadora, y me hace viajar en el tiempo. A su conscripción, a una primavera lluviosa en la que podíamos fingir que éramos niños todavía. Lo único que existía en esos años era el todo, la aldea y nuestra insensata costumbre de ignorar el futuro. Hoy sólo pienso en el futuro, y me pregunto a qué siniestro camino nos han arrojado mis acciones”.
Lo más trágico de todo sabemos bien en dónde lo hallé: está narrado en primera persona, y por nada más ni nada menos que Mare Barrow. No soy demasiado fan de la protagonista de esta saga, a decir verdad, y en esta segunda parte estuvo igual -o diría que incluso mucho más- insoportable que en el primer libro. Siempre recordándonos que es especial, diferente y que tiene la misión más importante del planeta en sus manos. Con la diferencia de que ahora reconoce que gracias a su accionar precipitado, incoherente y egocéntrico las cosas se fueron al tacho. Sin perder oportunidad de lanzar frases como “ahora sé que soy especial. También tengo que proteger a otros. Ahora no me pueden perder” o “soy el arma más poderosa de todas en un navío lleno de guerreros, y da la impresión de que ellos no lo saben”.
Es como si se hubiese reforzado más el lado de «espejito espejito, ¿quién es la más poderosa? oh, claro, soy yo», pero por otra parte hubiese desarrollado paralelamente una conciencia capaz de razonar sobre que todo lo que hace repercute en el resto. Que aunque ella sea la prestigiosa y tan temida Niña Relámpago (que ya lo entendimos, porque lo repite un millón de veces por capítulo) hay más vidas que valen también, y que dependen del camino que ella escoja.
Mare va remarcando cuántas vidas cayeron por su culpa, las nombra una por una; toda la sangre inocente derramada y por un momento (tampoco pidamos milagros) toma noción de que posiblemente, solo posiblemente, no sea ella el ombligo del mundo.

Los demás personajes me gustaron bastante más que ella. Por ejemplo Shade, me sorprendió en varias ocasiones, y es alguien que me hubiese gustado conocer mucho más. Creo que tiene potencial para llegar a tener un poco más de protagonismo en la historia que el que se le da. Lo contrario me pasó con Kilorn, lamentablemente siento poca simpatía hacia él, no sé por qué. Algo en su personalidad hace que no pueda congeniar de ninguna manera. Cal fue de mis favoritos, porque al principio me parecía insulso y de repente llegada la mitad de la cosa, su personalidad afloró de una manera que hacía imposible hacer la vista gorda. Además, es el único que le tira la verdad en la cara a Mare, cuando se pone en ese plan de mártir insufrible.
A pesar de mejorar respecto de su primera parte -y por ello le doy un generoso punto más- no llega a convencerme la pluma de la autora. El ritmo sigue siendo lento por más acción que ella le quiera meter. Y todo lo empeora con la protagonista, que en este caso decayó (especialmente hacia el final) mostrando su egoísmo inminente, por más que parafrasee sobre salvar al mundo, siempre termina deseando salvarse ella misma. Constantemente actuando para no quedarse sola. Pasando por encima a todo y a todos, un desastre para trabajar en equipo y exageradamente hiper mega confiada de su supuesto poder descomunal.
“Mi fatiga llega hasta la médula de los huesos, a cada músculo y cada nervio. Y mi corazón es sin duda una herida más, que aún supura a causa de la traición y el fracaso. Cuando abro los ojos y veo paredes grises y apretujadas entre sí, todo lo que quiero olvidar regresa de golpe”.
3/5
¡Muchas gracias a Océano Argentina por enviarme el ejemplar!