Título: El único e incomparable Iván
Autora: Katherine Applegate
Páginas: 323
Editorial: Océano (Gran Travesía)
Sinopsis: Iván es un poderoso pero tranquilo gorila que vive en el centro comercial Gran Circo. Allí se ha acostumbrado a los humanos que lo observan a través de las paredes de cristal de su jaula, y rara vez echa de menos su vida en la selva. De hecho, casi nunca piensa en ello. Iván prefiere ver la televisión y charlar con sus amigos Stella, una anciana elefanta, y Bob, un perro callejero.
Lo que más le gusta a Iván es pintar, captar en sus cuadros el sabor de un mango o el sonido de las hojas de los árboles. Pero el día que llega Ruby, una elefantita bebé que fue separada de su familia, todo cambia, e Iván comienza a ver su hogar y sus cuadros de una forma distinta.
Katherine Applegate combina humor, ternura e ingenio para crear la inolvidable voz de Iván en esta historia de amistad, arte y esperanza.
¡Otro hermoso libro que llegó a mí! Aunque he leído en muchos sitios (si mal no recuerdo, y mi abstinencia de navegación en la red no me juega una mala pasada...) este libro era considerado, en general, como uno más del género infantil. En esta reseña voy a hablar un poco sobre ello y mi opinión al respecto. Iván es un gorila espalda plateada que vive en el centro comercial “El Gran Circo”, es muy solitario, su aspecto es rudo pero en el fondo es muy afectuoso; está condenado a vivir entre cuatro paredes (o vitrinas, más precisamente, cierta especie de lujo dentro de esa <<gran cárcel>>). Su función es entretener a las personas que asisten al lugar: niños, grandes, ancianos. Todos los días. Aunque a veces no esté de humor para ello, o, claro, recibiría un castigo cruel. Él no habla como las personas, ni sabe escribir, tampoco leer. Pero comprende los gestos y la mirada humana como nadie; además, pinta: es un gran artista. Su imaginación no se extiende, en un comienzo, mucho más allá de lo que pueden apreciar sus ojos (una jaula, un grillete que lo retiene y un viejo televisor) pero a través de sus dibujos suele expresarse muy bien.
Además hay otros personajes, como Stella, una vieja elefanta y un perro callejero llamado Bob, ambos muy amigos del protagonista. Todo transcurre de manera monótona y a veces hasta hartante para estos animales, puesto que son obligados a hacer cosas en contra de su voluntad y no hay un respeto mínimo hacia ellos. La forma de ver las cosas de Iván, cambia radicalmente cuando Ruby llega al lugar, y con ella llegan los recuerdos que a él tanto le costó recuperar.
Cuando empecé a leer este libro sentía que estaba leyendo un cuento, una fábula o una obra de teatro (más bien esas de títeres donde las expresiones son obvias y exageradas o caricaturescas). Pero conforme avanzaba me di cuenta de que no se trataba de eso, de que la autora metía cada dos por tres mensajes ocultos en sus oraciones. Estos mensajes lograban que en mi cabeza se genere un interrogante atrás de otro, de manera que llegué a ponerme en el lugar de un gorila...ah, ¿que al igual que yo no creían eso posible? La verdad que fue un gran error, y lo peor de todo no es eso sino que ese lugar que ocupan y que se muestra en la historia, es real.
Me gustó mucho esta obra, soy apasionada de las escenas fuertes que dejan marca en mí, y, aunque pienso que la autora podría haber sido más cruda en ese aspecto, me caló hondo. Puede parecer que se trata de una trama lagrimosamente triste, o dramática, pero lo cierto es que está llena de humor, ironía y muchos chistes. Tiene un trasfondo de vidas duras y forzosas sí, pero a su vez habla de ingenuidad, compañerismo y resistencia. Creo que cada persona que lea este libro encontrará una enseñanza especial para sí mismo.
Se hace referencia al arte, pasatiempo de algunos si se quiere que muchas veces puede hacerte sentir mejor, o transformar tu rutina en días mucho más llevaderos. Con esto se acompaña a la edición, que es muy linda y complementaria: hay ilustraciones alusivas, detalles y diseños muy bonitos a lo largo de todo el libro.
Me encantan los libros que tienen más de una visión de la realidad. En este caso, la de un gorila-la del hombre; en particular se manifiesta en esta historia con animales que hablan entre sí, que comprenden y les afecta lo que sucede en su entorno. Cosa que podría, como mencioné antes, contribuir a que se lo incluya dentro de la categoría infantil. Aunque también puede considerarse una manera original de la autora para llegar mejor al público.
Más allá de ver la triste realidad y el abuso que se hace de los animales en los lugares recreativos como zoológicos o circos, vemos un mundo contemporáneo en el cual el hombre moderno es descrito exactamente como es realmente: ambicioso, egoísta, materialista, soberbio, superficial. Es un libro plagado de lecciones que te hace reflexionar más allá de lo que pensás y lo que tenés. Más allá incluso de lo que creés conocer del mundo. Con una escritura muy simple, concisa y espaciada entre capítulos (esto último me resultó un poco chocante, lo admito) el libro se lee rapidísimo. No le sumo más puntos por la única razón de que el final me resultó esperable y demasiado ilusorio para mi gusto.
Además hay otros personajes, como Stella, una vieja elefanta y un perro callejero llamado Bob, ambos muy amigos del protagonista. Todo transcurre de manera monótona y a veces hasta hartante para estos animales, puesto que son obligados a hacer cosas en contra de su voluntad y no hay un respeto mínimo hacia ellos. La forma de ver las cosas de Iván, cambia radicalmente cuando Ruby llega al lugar, y con ella llegan los recuerdos que a él tanto le costó recuperar.
Cuando empecé a leer este libro sentía que estaba leyendo un cuento, una fábula o una obra de teatro (más bien esas de títeres donde las expresiones son obvias y exageradas o caricaturescas). Pero conforme avanzaba me di cuenta de que no se trataba de eso, de que la autora metía cada dos por tres mensajes ocultos en sus oraciones. Estos mensajes lograban que en mi cabeza se genere un interrogante atrás de otro, de manera que llegué a ponerme en el lugar de un gorila...ah, ¿que al igual que yo no creían eso posible? La verdad que fue un gran error, y lo peor de todo no es eso sino que ese lugar que ocupan y que se muestra en la historia, es real.
Me gustó mucho esta obra, soy apasionada de las escenas fuertes que dejan marca en mí, y, aunque pienso que la autora podría haber sido más cruda en ese aspecto, me caló hondo. Puede parecer que se trata de una trama lagrimosamente triste, o dramática, pero lo cierto es que está llena de humor, ironía y muchos chistes. Tiene un trasfondo de vidas duras y forzosas sí, pero a su vez habla de ingenuidad, compañerismo y resistencia. Creo que cada persona que lea este libro encontrará una enseñanza especial para sí mismo.
Se hace referencia al arte, pasatiempo de algunos si se quiere que muchas veces puede hacerte sentir mejor, o transformar tu rutina en días mucho más llevaderos. Con esto se acompaña a la edición, que es muy linda y complementaria: hay ilustraciones alusivas, detalles y diseños muy bonitos a lo largo de todo el libro.
Me encantan los libros que tienen más de una visión de la realidad. En este caso, la de un gorila-la del hombre; en particular se manifiesta en esta historia con animales que hablan entre sí, que comprenden y les afecta lo que sucede en su entorno. Cosa que podría, como mencioné antes, contribuir a que se lo incluya dentro de la categoría infantil. Aunque también puede considerarse una manera original de la autora para llegar mejor al público.
Más allá de ver la triste realidad y el abuso que se hace de los animales en los lugares recreativos como zoológicos o circos, vemos un mundo contemporáneo en el cual el hombre moderno es descrito exactamente como es realmente: ambicioso, egoísta, materialista, soberbio, superficial. Es un libro plagado de lecciones que te hace reflexionar más allá de lo que pensás y lo que tenés. Más allá incluso de lo que creés conocer del mundo. Con una escritura muy simple, concisa y espaciada entre capítulos (esto último me resultó un poco chocante, lo admito) el libro se lee rapidísimo. No le sumo más puntos por la única razón de que el final me resultó esperable y demasiado ilusorio para mi gusto.
"Pero muchos días olvido lo que se supone que debo ser. ¿Soy un humano? ¿Soy un gorila? Los humanos tienen tantas palabras. Más de las que necesitan.
Aún así, no tienen un nombre para lo que yo soy".
4/5
Muchas gracias a Océano Editorial por el ejemplar.
¡Hola!
ResponderBorrarAunque es un libro infantil siempre me ha llamado mucho la atención, tiene pinta de ser una historia muy profunda y por lo que dices, me lo confirmas.
¡besos!
Gorila Iván tiene mucho de humano , y la humanidad tiene que conservar sus valores . Sin duda es un libro para leer.
ResponderBorrarsaludos
Me llegó como regalo de un amigo invisible y dese entonces lo tengo pendiente en mi estantería ^^
ResponderBorrarsin duda es un libro que tengo que leer, con solo la portada me ha atrapado
ResponderBorrar¡Hola!
ResponderBorrarNo lo descarto. Pero por ahora no creo que pueda leerlo.
Genial reseña.
¡Nos leemos! :-)