lunes, 22 de agosto de 2016

Reseña: Cartas en la tormenta, de Bridget Asher

Título: Cartas en la tormenta
Autora: Bridget Asher (seudónimo de Julianna Baggott)
Páginas: 384
Editorial: Ediciones B

Sinopsis: Cuando las hermanas Rockwell –Esme, Liv y Ru– eran jóvenes, Augusta, su excéntrica madre, acalló cualquier rumor sobre su padre ausente mediante una historia descabellada: que era un espía internacional siempre de viaje, llevando a cabo misiones ultrasecretas. Pero semejante crianza poco convencional ha tenido sus consecuencias.
Esme navega a través de un matrimonio fracasado, al tiempo que intenta evitar que su precoz hija quinceañera tuitee acerca de todo cuanto le ocurre; Liv salta de una relación a otra y de un programa de desintoxicación a otro, y Ru ha huido de tantas personas y problemas como para acumular millas aéreas suficientes para dar la vuelta al mundo.
Así que cuando un huracán golpea el hogar de la familia en la costa de Jersey, las Rockwell se reúnen para evaluar los daños…, solo para descubrir que la tormenta ha desenterrado una caja oculta hacía tiempo. Augusta revelará entonces un secreto que impulsará a las hermanas a investigar su pasado.
Una novela elegante, aguda y conmovedora, que gustará particularmente a los fans de autores como Nick Hornby y Eleanor Brown.
   Esme, Liv y Ru son tres hermanas que crecieron junto a su madre cargando con la imagen de un padre ausente. Augusta –su mamá- les dijo que él era un espía secreto que tenía una identidad oculta y trabajaba para una organización internacional. A pesar de que recreó toda una escenificación sustancial detrás de esta explicación, ninguna de las tres pareció creerle jamás. Y cada una creó miles de hipótesis para dar con una justificación lógica, desde un simple abandono por otra mujer, hasta una muerte violenta. A lo largo de los años se han ido forjando vidas y personalidades muy diferentes. Una padeciendo males amorosos cada un santiamén, la otra siendo madre soltera de una adolescente y la más chica viajando por el mundo porque no encuentra su ‘’yo’’, aún estando a punto de casarse. 
 El giro rotundo en la novela se da a partir de que el Huracán Sandy arrasa la costa de Jersey, y la casa de su madre se hace pedazos. Allí aparece una caja con muchísimas cartas, añejas y recientes, que servirán para dar un sentido a todos los secretos que hay en la familia.
 Este libro me sorprendió porque no esperaba una historia tan…cotidiana. No se trata de una trama que tiene una base más allá de la vida real. Habla sobre el vínculo familiar, sencillamente sobre eso y cómo puede ser resquebrajado con el paso del tiempo, y cómo a su vez puede volver a solidificarse de un momento a otro sólo con reconocer errores, con pedir perdón, con decir ‘’te quiero’’. Sobre cómo las decisiones que tomamos en alguna instancia de nuestras vidas puede cambiar la de las personas que nos rodean, o incluso nuestra relación con ellas. Las consecuencias, el arrepentimiento, entre otras cosas. Y si bien todos estos ingredientes pueden hacer una gran novela, reconozco que tuve tres momentos clave en esta lectura: el primero, previo a la misma, en donde vi el libro en todo su esplendor y me enamoré tanto que esperaba de él mucho más de lo aconsejable para cualquier alma. El segundo fue cuando lo empecé, y casi cambio de opinión rotundamente. Casi lo dejo en stand-by. Pero ahí llegó la última etapa de mi dilema y remontó tanto la lectura que terminé pegada a las páginas y agradeciendo haberlo comenzado. 
 De esto pude concluir en que en mi mente dividí el libro en dos partes. Una que me resultó introductoria en demasía, y a su vez poco clara como para sentirme enganchada; y la otra mitad en la cual vi realmente personajes formados, que sentían, pensaban, deseaban. Donde los hechos se entrelazaban de otra manera y con otra fuerza. Allí es donde me sentí más identificada, más allá de los problemas familiares que todos en algún punto tenemos, creo realmente que fue una buena lectura porque no se trata de nada que pueda resultar ajeno a algún lector. Claro que tuve mis altibajos, por ejemplo con ciertos personajes. En especial Augusta, cuyo rol me pareció muy extraño y que no terminé de comprender. En especial el hecho de que piense que dirige/controla las tormentas. ¿Hay explicación alguna de eso en el libro? No. Y sin contar que es algo fantasioso, que está muy bien, pero no hay una causa de por qué, ni cómo -esto especialmente-, ni para qué o cuándo sucede. Así que es algo que quedó medio colgado al inicio, y me pareció sumamente interesante como para que no se desarrolle más. Aún así me fui por el lado más lateral y metafórico y le busqué una explicación más filosófica si se quiere, dentro de la historia. Como es a libre interpretación, con algo me tenía que conformar...
 Me gustaría hablar de esa figura paterna y qué es lo que sucede con ella, pero sería contar demasiado y arruinaría el sentido de la obra. Pero desde que se hace alusión a él, y hasta el final del libro, este punto en particular tocó cada fibra de mi ser. Y eso se lleva todos los puntos. 
"He aprendido que el dolor, cuando te lo guardas para ti, aumenta. Si fuera un perro, lo sacaría a la calle con una correa y lo llevaría a recorrer el barrio, y la gente lo acariciaría o lo regañaría por evacuar donde no se debe. Pero el dolor no es un perro, y, como yo no podía compartir el mío, creció y creció dentro de mí, cada vez más grande, empujando a mis otros órganos para hacerse lugar. Presionó y comprimió tanto mis pulmones que mi respiración se tornó superficial. Sólo podía comer cantidades minúsculas de alimento porque sentía mi estómago como aplastado contra otro órgano interior. Fue demasiado. Pensé que si le ordenaba que dejara de molestar, el dolor se marcharía, pero no fue así". 
4/5

¡Muchas gracias a Ediciones B por el ejemplar!


1 comentario:

  1. No me termina de llamar la atención, lo siento, lo historia me parece demasiado cotidiana y a pesar de que dices que hay un cambio esa extensa parte introductoria me echa para atrás.

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